miércoles, 21 de octubre de 2009

LA FURIA DE MANLIO

Por David Aponte.- El senador del PRI, Manlio Fabio Beltrones, estaba furioso con sus correligionarios de enfrente. “¡Esto no va a servir de nada!”, expresó la tarde-noche del lunes en varias ocasiones frente a sus allegados. Utilizó la misma frase ante distintas personas y en distintos momentos. Unos minutos antes, el coordinador del grupo parlamentario priísta en San Lázaro, Francisco Rojas, anunciaba que su bancada apoyaba el aumento del Impuesto al Valor Agregado para colocarlo en 16%, con la ausencia de 70 diputados, el rechazo de 41 y la abstención de dos, como una forma de salvar a México de las desgracias económicas. El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, mandó la propuesta la noche del domingo, cuando quedó sepultada la idea de crear el nuevo impuesto del 2% al consumo, que serviría para atender a los más pobres de México.

“Esto es un arreglo entre los gobernadores (del PRI) y Carstens”, argumentaba el poderoso Beltrones, jefe de la bancada príista en el Senado. Horas antes, el diputado Rojas lidiaba con la negativa de muchos de sus compañeros de la fracción parlamentaria. Muchos se resistían a apoyar el aumento al IVA, con el argumento de que sus electores iban a reprocharles la subida en la tasa y que ellos se habían comprometido a no mover el impuesto y, mucho menos, a aplicarlo a medicinas y alimentos (tema que quedó salvado con la muerte del 2% general al consumo). Al final, Rojas salió de la plenaria de los diputados del Revolucionario Institucional con 124 votos a favor, 41 en contra, dos abstenciones y 70 ausencias.

“Los gobernadores mandaron a los diputados a votar a favor del aumento al IVA”, se quejaba Beltrones. Momentos antes, los diputados del PRI votaban a favor del 16% al IVA. El aumento caerá en las arcas de los gobiernos estatales, por tratarse de un gravamen participable. La propuesta original del 2% al consumo llevaría estos recursos al gobierno de Felipe Calderón para continuar la ruta hacia el secretario de Desarrollo Social, Ernesto Cordero, que los entregaría a las comunidades más pobres en todo el territorio nacional. El aumento al IVA generará unos 30 mil millones de pesos anuales. La operación de los mandatarios estatales del PRI fue sencilla: arrebatar el billete a la Sedesol, que desde hace semanas manejaba que no había otra opción que el 2% para mitigar la pobreza de millones de compatriotas. Una de las promesas del equipo de Carstens es que una parte del dinero se enviará a finales de año a los gobiernos estatales.

“Vamos a tener que cachar esto (en el Senado)”, rugía el senador Beltrones cuando se enteró de la votación del grupo parlamentario del PRI en San Lázaro, y de la división que causó en la fracción, y de la decisión de 70 diputados que mejor no se aparecieron por el Palacio Legislativo. Con el desvelo de la madrugada del martes, el diputado David Penchyna trataba de explicar que no hubo quiebre en el grupo parlamentario, que muchos diputados no estaban en la ciudad de México porque viajaron a Coahuila y Tabasco para apoyar en los procesos electorales, que otros no acostumbran llegar en lunes al DF, que otros estaban en otras actividades.

“¡Esto no va a servir de nada!”, decía el senador Beltrones la tarde-noche del lunes. Entrado el martes, el diputado Rojas justificaba que el PRI no debe dejar que México se vaya a pique: “Es cierto que el país se ha venido deteriorando por la ineficacia de los gobiernos panistas, que han desaprovechado los años de mayores ingresos petroleros en la historia del país. Es lamentable la situación a la que nos han llevado los gobiernos del PAN, pero no por ello podemos regocijarnos de lo que han hecho mal… Nos duele muchísimo la situación del país, pero no por ello vamos a decir que se siga hundiendo porque el gobierno es malo”.

Ya se verá en Xicoténcatl cómo lidia Beltrones con el nuevo IVA de sus correligionarios de San Lázaro. El lunes estaba furioso.

Fuente: http://www.ejecentral.com.mx