Medellín, Colombia.- Casi diez pasos después de haber pasado frente a la tienda de doña Margarita Isaza en el barrio San Javier, el filólogo Raúl Aristizábal se detuvo en seco y decidió devolverse a comprar un bolis*. El hecho ocurrió ayer cerca de las 3 de la tarde, y según estableció A-Pin, se debió más a la nostalgia que a la sed: “Hay palabras que evocan mundos, y para mí la palabra “bolis” es pura infancia y me transporta a esos días de travesuras y juegos en la calle”, declaró Aristizábal, de 43 años, docente del área de Español en el Liceo
*Bolis, pepito, sabalito, hielito, bollo: helado de agua saborizada y tinturada de forma artificial, empacado en bolsitas.
**Competencia industrial del bolis, que lo tiene en riesgo de extinción.
Fuente: http://agenciapinocho.com/
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