Ustedes afirman que el concepto de nota roja está en crisis, o ha desaparecido. ¿Eso es importante, por qué?
-Es bueno, porque las palabras no son inocentes, los periodistas empalabramos el mundo, ponemos palabras a las cosas. Cuando los hombres en México se refieren a una mujer como “esa vieja”, imprimen una idea peyorativa. No dicen esa mujer, esa joven. Cuando escribimos de nota roja, no debemos tener en mente los chorros de sangre, sino la idea de hacer periodismo responsable. Una mejor forma de nombrar a ese periodismo sería: “periodismo de seguridad pública”, o “periodismo de justicia penal”, o “de tribunales”, como se dice en España. El concepto está en crisis, porque nos remite a tiempos del periodismo sensacionalista.
-¿Cómo deben informar los medios y los periodistas frente a la violencia del narcotráfico sin caer en los defectos o insuficiencias de esa cobertura?
-No es fácil. Llegar a las fuentes de información donde se pueda contrastar y verificar asuntos del narcotráfico es muy difícil. Muchas veces hay una tendencia de sólo reproducir los comunicados policiacos. Nos quedamos solamente en la detención de la persona y no sabemos nada más. Cómo funcionaba la organización, que empresas tenía, dónde “blanqueaban” los grandes flujos económicos.
-¿Cómo ve a los medios escritos en México?
-Por una parte, está el derecho a la libertad de expresión amenazada por poderes institucionales y no institucionales y, por otra, el reto por desarrollar información con rigor y responsabilidad, porque la información es un bien social, los periodistas nos debemos a la sociedad, quien nos ha delegado la tarea de informar para que funcione bien. Hay periodistas mexicanos que no toman en cuenta los derechos de la ciudadanía. Pareciera que en la nota roja está permitido todo. Se recoge la declaración de cualquier persona -y no-, es un periodismo muy importante también.
-¿Qué derechos deberían aplicar los periodistas cuando 1 realizan su trabajo?
-El derecho que tienen las víctimas, y también los victimarios, y los derechos que- deben hacer cumplir las autoridades, y no lo hacen. No puede ser que una persona que sufre un accidente de tránsito le tomen fotografías cuando está sufriendo, debemos ser respetuosos del derecho a la intimidad, a la reputación, al honor. Inclusive los detenidos tienen derechos.
-En la página 95 afirman que “en México es habitual que la prensa publique imágenes de detenciones cuando todavía los supuestos culpables han rendido declaración y tal vez ni han sido identificados por la policía”. ¿Qué tipo de nota roja se hace en Televisa o TVAzteca?
Hay una visibilidad desproporcionada por los asuntos de sangre. Pareciera que hoy todo lo informativo es nota roja, y en la sociedad mexicana hay problemas muy importantes. No todo es narcotráfico o tragedias. En la actualidad tenemos más pobres que antes, por la crisis económica, y ese rema ocupa poco espacio en los medios. Por ejemplo, se habla poco de los decesos por la violencia de género. No sabemos cuántas mujeres mueren en México por esa razón. Algún periódico debería hacer un conteo diario de esos fallecimientos. A lo mejor la violencia social es casi tan grande como el narcotráfico.
-¿Ustedes conversaron con periodistas que se asumen de nota roja?
-Una veintena. A muchos ya nos les gusta utilizar esa palabra, aunque todavía en las redacciones el término circula, pero ha perdido la fuerza que tenía. En los diarios a esa sección ya no la nombran así.
-¿Los periodistas están capacitados para cubrir esos temas?
-Falta capacitación. Parecería que todo el mundo puede escribir de un asesinato o de una persona detenida. Es necesario exigirle al periodista que sepa cómo funcionan las instituciones y que se forme en el ámbito de la criminología. Lamentablemente, en las universidades no se enseñan esas especialidades.
-¿Cómo surgió la idea de Nota (n) roja?
-La idea surgió hace tres años, luego de impartir en México cursos de periodismo y criminología durante casi diez años. La metodología del libro fue entrevistar a periodistas mexicanos que escriben nota roja, información que nos sirvió para conocer cómo trabajan esos reporteros. El libro contiene también referencias al periodismo de España, es una fusión entre la prensa española y la mexicana.
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